1º Hay que tener claro lo que se desea trabajar o manifestar.
2º Se coge la varita por los dos extremos, mano derecha abajo sujetando la esfera para que ésta entre en contacto con un resonador energético llamado "El Palacio de la Labor", en la palma de la mano, y mano izquierda arriba sujetando la punta de cuarzo (las personas zurdas lo harán al contrario). A continuación hay que interiorizarse y unificarse con la varita tratando de sentirse uno con ella.
3º Se vocaliza el deseo o necesidad que se quiere trabajar, mientras se hace girar la varita en el aire por 3 veces en sentido horario, sintiendo profundamente que la intención ha llegado claro y fuerte al universo y éste la va a plasmar buscando la mejor forma y el momento más adecuado. Se aconseja repetirlo 3 días seguidos. Si es necesario se puede repetir este proceso 2 veces más dejando intervalos de 3 días entre uno y otro, es decir, en total 9 veces.
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| Sujetando la varita |
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| Mano derecha abajo |
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| Mano izquierda arriba |
Si se emplea como "custodia" se colocará encima de la puerta del recinto a custodiar, paralela al marco y bien sujeta para que no se mueva. En este caso, como no se maneja con las manos habrá que ponerla 24 horas a la semana (1 día completo) al sol y la luna para que se cargue de energía.
Si se emplea en "sanación", al acabar se dejará correr el agua del grifo sobre el cristal de la punta de la varita que ha estado en contacto con el paciente, unos instantes. Se secará y se guardará en su bolsita.
Siempre que se trabaje con la varita, al finalizar se tomará de la misma manera que al comenzar, haciendose uno con ella y dándole las gracias por el servicio prestado.
Las varitas se entregan dentro de una bolsita de protección de terciopelo o raso, de la cual sólo se sacarán para trabajar. No son objetos decorativos y no deben, por tanto, ser tocados por quienes no trabajen con ellas. Se entregan totalmente limpias y vivas para empezar a trabajar de inmediato.
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| Varitas con sus bolsas, ya preparadas... |
