domingo, 30 de junio de 2013

Armonizador de Labradorita


El presente armonizador está realizado con madera de Lentisco y una piedra de Labradorita.

La labradorita, un feldespato plagioclasa oriundo de Labrador, Canadá, es una piedra de mito y leyenda. Se dice que las labradoritas son pequeñas piezas de la Aurora Boreal que cayeron a la Tierra, y que tienen propiedades curativas.

Desde la antigüedad, los pueblos Inuit cuentan una historia de cómo la aurora boreal o luces del norte yacía atrapada en la roca frente a la costa de Canadá. Un antiguo guerrero liberó las luces en el cielo del norte perforando las rocas con su flecha. La leyenda dice que no toda la luz se escapó, y es por eso que brillan la pequeñas piezas de labradorita. Otro cuento popular afirma que las personas con conexiones ancestrales sobre el continente perdido de la Atlántida gravitan hacia labradorita.

Una de las propiedades de la Labradorita es su capacidad para abrir nuestro corazón y nuestra mente. Esto es muy importante,  ya que nos permite estar más receptivos y aceptar que nuevas personas y nuevas experiencias entren a nuestra vida.

También favorece que seamos más flexibles en nuestra visión de lo que nos rodea y capaces de desterrar creencias y pensamientos que ya no nos sirven,  para dejar paso a otros nuevos.

La Labradorita es excelente para la meditación y la purificación de energías negativas así como para aportar claridad de ideas cuando existe confusión.

Esta piedra se recomienda para superar estados de depresión o tristeza ya que permite analizar que causas la han provocado y así es más fácil encontrar la solución.

Las labradoritas sanadoras se utilizan, entre otras muchas cosas, para aliviar los síntomas de la artritis y de otras enfermedades de las articulaciones y los huesos. Los usuarios de la labradorita le dan crédito a la piedra indicando que reduce la presión arterial, equilibra el metabolismo y mejora su sistema inmunológico.

Talismán Bennu



Este talismán está confeccionado en madera de olivo. Lleva grabado el símbolo de Bennu y en su interior hay una pequeña piedra de nácar blanco.

Bennu, arquetipo de este símbolo, es una ave sagrada egipcia portadora del alma de Ra, el Dios/Sol. Algunas interpretaciones del significado de su nombre son: “El que vino a convertirse en un Ser por si mismo”, “El que asciende” y “El Señor del Júbilo”. El nombre proviene del verbo “weben” que se traduce como “iluminarse” o “brillar”.

Esta llave, da acceso seguro al primer reino y nos conecta al propósito divino y al gran flujo universal, también conocido como Espíritu Santo.

Sus primeros usos en la Tierra se remontan a Lemuria y sus vínculos concientes con Sirio y Orión. Posteriormente es rescatado en el Egipto primigenio, que gozaba de una rica fusión entre ciencia y espiritualidad. Si bien sus primeras prácticas fracasaron debido a la parcialidad de sus objetivos, hoy la humanidad goza de una experiencia karmática y dharmática que la hacen acreedora de una nueva oportunidad, chance que se mezcla con otros conceptos cósmicos que tienden a la liberación de lo rígido, apertura a lo ilimitado y despertar a lo que está unido.


Es un símbolo de ascensión al origen sutil, de elevación de niveles de conciencia y de iluminación.