Esta receta de hierbas amargas circuló por las farmacopeas de Europa desde la Edad Media, donde lo encontramos con diferentes nombres (Tintura aloes composita, Species ad longam vitam, etc.). Al primero que se le atribuyó esta fórmula fue al gran reformador de la medicina de ese siglo, a Phillipus Paracelso. Paracelso, un médico suizo del Renacimiento, botánico, alquimista, astrólogo y ocultista en general, desarrolla la fórmula original conocida como “Elixir Ad Vitam Longam”, “Elixir para una larga vida” en el siglo XVI, quedando luego olvidada y desuso.
En el siglo XVII, el célebre médico sueco, rector de la Academia de Medicina de Suecia llamado Jonathan Samst, experimentaró con la formula original del llamado “Elixir de Paracelso” y la reformuló fijando la Mezcla de Amargo Sueco empezándose a llamar con este nombre que hoy conocemos. Luego volvió a abandonarse debido al avance de los fármacos de síntesis química en el siglo XIX.
No fue hasta el siglo XX cuando la botánica Maria Treben redescubrió la Mezcla de Amargo Sueco debido a unas experiencias personales y lo populariza a través de sus libros, sobre todo “Salud de la Botica del Señor”. Tras una larga enfermedad, Maria treben descubrió las hierbas suecas y llegó a sus manos una Copia del Antiguo Manuscrito en el que se leía en 46 párrafos los males que curaban esas gotas. Maria Treben escribe páginas enteras contando sus experiencias y de cómo este sencillo elixir curaba a todo aquel al que se lo proponía como antídoto.
Maria Treben publicó el libro "Salud de la botica del Señor", que se hizo famoso y sigue vendiéndose actualmente, y otros muchos títulos. Esta mujer ha pasado a la historia como una de las pioneras más importantes de la medicina natural, ya que utilizó los remedios tradicionales europeos e inventó sus propias recetas, así como remedios curativos tradicionales como el amargo sueco que consideraba una panacea de curación.
Hoy en día, El Amargo Sueco está renaciendo e introduciéndose en muchos países del mundo. En Alemania, por ejemplo, las farmacias venden el Amargo Sueco como remedio casero; en Francia, Bélgica y Holanda, miles de personas lo utilizan a diario como tónico.
LOS SABORES
Los seres humanos cuentan con varios tipos de papilas gustativas situadas en diferentes zonas de la lengua, las cuales le permiten apreciar 4 sabores: ácido, salado, dulce y amargo.
Hoy en día, en la dieta habitual, se consumen sabores ácidos, salados y sobre todo dulces, que se han convertido en las estrellas del consumo en nuestra sociedad, ocasionando una serie de problemas asociados: obesidad, sobrepeso, hipertensión. El sabor amargo, que formaba parte integral del tipo de alimentación de nuestros antepasados, ha desparecido por completo de la dieta actual.
El sabor amargo tiene un intenso efecto sobre el sistema digestivo, especialmente remarcable sobre el hígado, guardián del equilibrio metabólico del organismo, ayudando especialmente a la digestión de las grasas y a la función depurativa del individuo. Cuando el sabor amargo está presente obtenemos una reacción en cadena que permite un mejor aprovechamiento de los nutrientes a la vez que un mayor tiempo de reabsorbción. Por tanto, al consumir algún tipo de sabor amargo disminuye la sensación de apetito.
El “Elixir del Sueco” viene a suplir la falta de productos amargos en nuestra alimentación y, por lo tanto, a combatir el desequilibrio metabólico que origina la carencia de estos.
PROPIEDADES Y ACCIÓN DEL ELIXIR DEL SUECO
En cada cambio de estación, la vida prácticamente explota a nuestro alrededor, a la vez que, en nuestro interior, se produce una delicada época de transición estacional, con una particularidad añadida: el hígado y la vesícula biliar, encargados de mantener el equilibrio interior y ayudarnos a amoldarnos a los cambios, son precisamente los dos órganos más afectados por el cambio de estación.
Lo que podemos observar por el tipo de síntomas que se manifiestan durante esta época: alergias, rinitis, asma, eccemas, fiebre de heno, etc. -típicamente manifestaciones de desquilibrio a nivel funcional del hígado-, se explica en medicina china como una preponderancia del elemento Madera, que en el clima externo está representado por la Primavera y en nuestro clima interno por una pareja de órganos: el hígado y la vesícula biliar. Si la función de estos órganos va bien, las manifestaciones serán menores (o inexistentes): algo de cansancio, somnolencia, alguna molestia digestiva hasta que nuestro organismo se adapte al cambio de estación; si por el contrario, no va bien, entonces las manifestaciones serán notables y variables en duración e intensidad. En esta época, la consigna es: activar, depurar y purgar.
Por eso las curas con Elixir del Sueco consiguen aliviar tanto los dolores reumáticos, como el cansancio, la desgana y el abatimiento. Para combatir los dolores reumáticos y las alergias y en la depuración general del organismo, se recomienda seguir una cura de ocho a diez semanas, esto también es aplicable al comienzo del otoño a fin de preparar nuestro cuerpo para los rigores invernales.
Las hierbas del sueco tienen un campo de indicaciones muy amplio. En primer lugar son un excelente remedio depurativo de la sangre activando el metabolismo. Estimulan las funciones del hígado, aumentan su actividad desintoxicante encargada de neutralizar toxinas, incluyendo metales pesados, sustancias químicas y plaguicidas presentes en los alimentos y el agua potable, así como medicamentos sintéticos. El hígado es el gran laboratorio metabólico de nuestro cuerpo. Favorecen también los procesos de eliminación de los riñones y de los intestinos (laxante suave).
Existe un estudio clínico que no sólo demuestra que las dispepsias (trastornos digestivos) mejoran considerablemente gracias a la acción del elixir del sueco, sino también que colabora en las digestiones difíciles ya que aumenta la producción de jugos gástricos y activa la motilidad estomacal siendo de gran ayuda cuando existe exceso de gases colaborando en su expulsión.
A continuación se expone, tal y como transmite Maria Treben en su libro, las virtudes y aplicación de las Hierbas Suecas:
Copia del »ANTIGUO MANUSCRITO« (Las virtudes curativas dé las Hierbas Suecas)
1. Aspirándolas repetidas veces por la nariz, untando con ellas el cogote y aplicando
compresas en la cabeza, calman los dolores y el mareo, fortalecen la memoria y el
cerebro.
2. Ayudan contra la vista turbia, quitan la rubicundez y todos los dolores, aunque los ojos
estén inflamados y la vista enturbiada y entelada. Combaten las nubes y las cataratas
mojando con ellas a tiempo los ángulos de los ojos o aplicando compresas sobre los ojos
cerrados.
3. Pústulas y toda clase de erupciones, costras en la nariz o en otras partes del cuerpo, se
curan untándolas bien y a menudo con las gotas.
4. Contra el dolor de muelas se disuelve una cucharada de estas gotas en un poco de
agua y se deja todo actuar un rato en la boca o se aplica una gasa empapada sobre la
muela dolorida. El dolor se calma y la infección se cura.
5. Las ampollas o las otras afecciones de la lengua se curan en poco tiempo untándolas
con las gotas.
6. Cuando la garganta esté irritada o llagada de tal manera que casi no se pueda tragar la
bebida o la comida, se toman por la mañana, al mediodía y por la noche, unas gotas y se
dejan pasar lentamente por la garganta; así se calma la irritación y se cura la garganta.
7. Contra el calambre del estómago se toma una cucharada.
8. En casos de cólicos se toman lentamente tres cucharadas, una después de otra y
pronto se calmarán los dolores.
9. Disuelven las flatulencias y refrescan el hígado; quitan las dolencias del estómago y del
vientre y ayudan contra el estreñimiento.
10. Son un remedio excelente para el estómago, cuando digiere mal y rehusa los
alimentos.
11. Asimismo calman los dolores biliares. Tomando cada día una cucharada por la
mañana y otra por la noche y aplicando durante la noche compresas empapadas con las
gotas, desaparecen en poco tiempo todos los dolores.
12. Contra la hidropesía se toma durante seis semanas, cada día, por la mañana y por la
noche una cucharada de las gotas con vino blanco.
13. Los dolores y el zumbido de oídos se combaten metiendo en los oídos un taponcito de
algodón mojado con las gotas. Esto es muy eficaz y hace recobrar el oído.
14. Si una mujer tiene dolores de matriz se le da durante tres días cada mañana en
ayunas, una cucharada de las gotas con vino tinto. Media hora después de haberlas
tomado debe dar un paseo y después puede desayunar, pero sin tomar leche. (Las
Hierbas Suecas jamás deben tomarse después de la leche)
15. Tomando en los últimos 15 días de la gravidez una cucharada de Hierbas Suecas por
la mañana y otra por la noche, se facilita el parto. Para librarse sin dificultades de las
secundinas, se le da a la parturienta cada dos horas una cucharadita de las gotas.
16. Si después del parto, a la subida de la leche, se presentan inflamaciones en el pecho,
se aplican compresas empapadas.
17. Sanan las viruelas en los niños, dándoles según la edad, más o menos cantidad de las
gotas diluidas en un poco de agua. Cuando las viruelas empiecen a secarse, se mojan
repetidas veces con las gotas para que no queden hoyos.
18. Eliminan en los niños y adultos los gusanos, incluso la solitaria, pero hay que adaptar
la dosis a la edad de los niños. Además se aplica un paño empapado con las gotas sobre
el ombligo, procurando que se mantenga siempre húmedo.19. La ictericia se cura tomando tres veces al día una cucharada de estas gotas y
aplicando compresas empapadas sobre el hígado inflamado.
20. Curan las almorranas y sanan los riñones, expulsan del organismo los humores
hipocóndricos, sin necesidad de otra cura, quitan la melancolía y las depresiones, abren el
apetito y estimulan la digestión.
21. Curan también las almorranas internas, mojándolas desde el principio repetidas veces
con las gotas y tomando éstas antes de dormir por vía interna para ablandarlas. Se deja
actuar un algodón empapado para fomentar la circulación de la sangre y quitar el escozor.
22. Cuando alguien se desmaye se le abre la boca y se le da a beber una cucharada; el
enfermo volverá pronto en sí.
23. Los dolores de los calambres se calman con el tiempo, tomando estas gotas por vía
interna.
24. Los enfermos de tisis pulmonar deben tomarlas cada día en ayunas y continuar la cura
durante seis semanas.
25. Si en una mujer no se presentan las reglas o las tiene demasiado abundantes debe
tomar las gotas durante tres días seguidos y repetir este tratamiento veinte veces. Así
equilibrará su menstruación.
26. Este remedio también ayuda contra el flujo blanco.
27. Quien tenga epilepsia tiene que tomarlas al instante y debe seguir el tratamiento
exclusivamente con estas gotas ya que restablecen los nervios y todo el organismo y
curan todos los males.
28. Curan las parálisis, los vértigos y los mareos.
29. Curan asimismo la varicela y la erisipela.
30. Quien tenga mucha calentura o escalofríos y esté debilitado, que tome una cucharada.
El enfermo, siempre que no haya cargado su cuerpo con otros medicamentos, se
recuperará y el pulso se normalizará aunque la fiebre haya sido muy alta.
31. Las gotas curan también el cáncer, las viruelas antiguas, las verrugas y las manos
agrietadas. Las úlceras antiguas y purulentas con excrecencias carnosas se lavan bien
con vino blanco y se cubren con un paño empapado en Hierbas Suecas. Estas quitan las
hinchazones y los dolores así como las excrecencias carnosas y la herida empieza a
cicatrizarse.
32. Curan sin riesgo alguno toda clase de heridas, ya sean cerradas o abiertas,
mojándolas repetidas veces con las gotas. Se toma un lienzo, se empapa de gotas y se
cubre con él las heridas. Los dolores se calman pronto y no pueden producirse ni
infecciones ni gangrena. Curan también heridas antiguas causadas por arma de fuego.
Las heridas profundas se riegan, sin necesidad de lavarlas antes, con las gotas de
Hierbas Suecas. Después se continúa tratándolas con compresas empapadas y pronto se
verá el buen efecto curativo de las gotas.
33. Hacen desaparecer toda clase de cicatrices, estigmas y cortes aunque sean muy
antiguos, mojándolos por lo menos 40 veces con ellas. Todas las heridas que se curan
con las Hierbas Suecas no dejan cicatrices.
34. Curan radicalmente las fístulas, aunque se tengan por incurables; no importa si son
antiguas o no.
35. Curan todas las quemaduras y escaldaduras mojándolas continuamente con ellas. No
se producirán ampollas y se calmará el dolor. Curan ampollas purulentas.
36. Ayudan a curar moretones y chichones causados por golpes y caídas.
37. A los que comen con desgana, les devuelve el apetito.
38. Devuelven los colores de cara a los anémicos si cada mañana toman las gotas
durante un período prolongado. Limpian la sangre, fomentan su producción y su
circulación.
39. Calman los dolores reumáticos en los miembros, tomándolas por la mañana y por la
noche y aplicando paños empapados en las partes doloridas.
40. Curan los sabañones en las manos y los pies, aunque se hayan reventado. Hay que
aplicar continuamente compresas empapadas, sobre todo durante la noche.
41. Los callos (ojos de pollo) se cubren con un taponcito empapado procurando que se
mantenga siempre húmedo. A los tres días se sueltan solos o se quitan fácilmente sin
ningún dolor.
42. Curan asimismo mordeduras de perros u otros animales rabiosos, bebiendo las gotas,
ya que destruyen todos los venenos.
43. En casos de peste u otras enfermedades contagiosas conviene tomarlas varias veces
el día, ya que curan tumores pestilenciales y bubones, aunque estén ya metidos en la
garganta.
44. Quien no pueda dormir por la noche, que las tome antes de acostarse. Contra el
desvelo nervioso se aplica una compresa empapada sobre el corazón.
45. Con dos cucharadas de Hierbas Suecas se le quita la borrachera al borracho.
46. Quien tome cada día por la mañana y por la noche Hierbas Suecas no necesita otra
medicina ya que éstas fortalecen todo el organismo, refrescan los nervios y la sangre,
quitan el temblor de las manos y los pies, es decir que eliminan todas las enfermedades.
El cuerpo se conserva elástico y la cara juvenil y bella.
Advertencia: Las Hierbas Suecas siempre se deben tomar diluidas en tisana o agua.
Los cuarenta y seis artículos del »Antiguo Manuscrito« demuestran claramente las
maravillosas virtudes curativas de esta mezcla de hierbas medicinales. Se puede decir
con razón que no existe una enfermedad que las Hierbas Suecas no puedan curar; en
todo caso siempre nos servirán de tratamiento básico.
MODO DE EMPLEO
Uso interno: Según las indicaciones en el »Antiguo Manuscrito« se toman como
profiláctico una cucharadita por la mañana y una por la noche, siempre disuelta en agua o
tisana. En los casos de enfermedades malignas se toman de 2 a 3 cucharadas diarias
de la siguiente manera: una cucharada se disuelve en 1/8 de litro de tisana o infusión yo
bebe la mitad antes y la otra mitad después de cada comida.
Compresas: Se toma un pedazo de algodón o de tela más o menos grande, se empapa
con be gotas de Hierbas Suecas y se aplica a la parte enferma del cuerpo, previamente
untada con manteca de cerdo o pomada de Maravilla. Encima se pone un plástico para
que no se manche la ropa y después se cubre todo con un paño o se venda!» compresa
se deja actuar, según la enfermedad, de dos a cuatro horas. Si el enfango lo soporta, se
puede dejar toda la noche. Después de quitar la compresa se empalma la piel. Si en las
personas delicadas se presentan irritaciones de la piel, se acodad tiempo de la aplicación
o se interrumpe el tratamiento. Las personas alérgicas me deben utilizar el plástico; que
se pongan sólo un paño. De ninguna manera hay que olvidar de untar la piel. Si se
presentan picores y erupciones se tratan con pomada de Maravilla.
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